En verano, la mejor opción para regar es a primera hora de la mañana o al final del día, así se aprovecha más el riego al evitar la evaporación del agua. Debemos regar menos veces, pero en abundancia, para que la humedad llegue bien a las raíces de las plantas.

Es mejor regar el césped con aspersores, durante unos 20 o 30 minutos sin encharcarlo. Si utilizamos mangueras deben de estar a la sombra, aunque siempre ahorraremos agua si instalamos un riego por goteo.

Agosto es un buen mes para podar los arbustos después de la floración, también para podar los chupones. En los frutales podemos hacer podas de formación y en los setos podas de formación y mantenimiento.

También debemos estar atentos a las malas hierbas y las plagas de pulgones, cochinilla o caracoles.

Durante los meses de julio y agosto el césped entra en una especie de estado de reposo, creciendo a menos velocidad, por lo que debemos distanciar la siega y evitar cortarlo excesivamente bajo.

A causa del calor, aunque esté bien regado, el césped puede perder algo de color. Para recuperarlo podemos emplear fertilizante aplicado con una mochila una vez al mes, así mantendremos nuestro césped perfecto.

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